En Andalucía el PP tiene claramente un problema de imagen pero en el seno del partido se critica al sociólogo Pedro Arriola, responsable de comunicación de la campaña en las elecciones andaluzas, por tres razones muy diferentes:
1. Subestimó la importancia de los medios de comunicación públicos que consideran siguen controlados por el PSOE
2. Consideró que el candidato Arenas tenía que presentar un perfil bajo y no entrar en el enfrentamiento dejando que fuera el gobierno andaluz el que perdiera simplemente por desgaste como ocurrió en las generales
3. La tercera crítica tiene que ver con las encuestas, no entienden por qué no se realizaron/analizaron correctamente y se consideró que la mayoría absoluta no estaba ganada.
La primera cuestión no merece comentario teniendo en cuenta que los medios supuestamente controlados por el PSOE eran los mismos que en las elecciones generales del mes de noviembre y que en estas de Andalucía, y que en ambas ha sido el PP el que ha ganado. Sin embargo sí me interesan las otras dos porque las encuestas sí que estaban dando muchas pistas.
En el mes de febrero el CIS publicó una encuesta sobre las elecciones andaluzas cuyo trabajo de campo tiene lugar en la última quincena de febrero. El análisis a posteriori de esta encuesta es muy interesante. Entre otros datos destaco los siguientes:
1. Que podía haber un problema de mayoría absoluta estaba claro ya que un 29,6% decía que votaría al PSOE y un 25,3% al PP si las elecciones fueran en ese momento. No obstante el 57% creía que iba a ganar el PP.
2. Cuando se hizo la encuesta, a finales de febrero, el 31% tenía intención de votar pero aún no había decidido su voto y de éstos casi un 30% dudaba entre votar al PP o al PSOE.
3. Un 65,3% manifestaba que el voto debe responder con fidelidad a las ideas de cada uno y un 55% consideraba que el candidato no es lo importante.
4. Los andaluces, en una franja de 1 a 10 (extrema izquierda-extrema derecha), se posicionaban ideológicamente en un 4,7 de media y sitúan a los partidos políticos con un 4,3 al PSOE, un 2,5 a IU y un 7,7 al PP.
Con estos datos en la mano estaba claro que no se trataba de un problema de candidato sino de “marca” y posicionamiento y que quizás la seguridad con que se estaba presentando la mayoría absoluta viniera a reforzar algunos de los “atributos” negativos asociados a la marca PP en Andalucía (¿arrogancia?, ¿suficiencia?, ¿desprecio por el débil?… ignoro cuáles serán sus atributos pero seguro que los tienen o deberían tener estudiados). ….Y es que en política los sentimientos son más importantes que la razón….
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