jueves, 3 de mayo de 2012

EL DEBATE SARKOZY-HOLLANDE

Los dos candidatos a la Presidencia de la República francesa debatieron ayer durante tres horas. Sus posiciones parten de dos maneras diferentes de ver el mundo y la sociedad. Fue un debate intenso, con grandes temas, desde la crisis de la deuda, la educación o la política africana. Fue un debate tenso y desagradable por momentos.
·         La idea que Sarkozy transmitió durante sus intervenciones es que vivimos en un mundo peligroso, difícil y amenazante... al que no se puede responder con valores sino con decisión y acción. El tono de su intervención iba buscando trasmitir determinación (agresividad del discurso), experiencia política firme y sobre todo miedo.

La amenaza exterior: La crisis es la principal amenaza a la que ha habido que hacer frente y donde es necesario hacer frente a la deslocalización (no habla de globalización), la pérdida de posiciones de Europa y la agresividad de los mercados incontrolables. Frente a la crítica de Hollande sobre la lentitud y escasa efectividad de la respuesta dada, Sarkozy se excusó en la constricción a un marco político que calificó de complejo y difícil para poder tomar decisiones: una Europa formada por 27 países donde al final los dos países que tienen que pagar los desmanes de los otros son Francia y Alemania.

La amenaza interior: Pero esa amenaza no solo vendría de fuera (el coladero del Tratado Schengen o el depredador sistema financiero) sino que estaría socavando las raíces mismas de la República francesa por un proceso creciente de la islamización que hace que, según su opinión, no sea posible la integración social. Habló de la diferencia entre el islam en Francia y el islam de Francia que es el que hay que fomentar. Por eso para controlar esa amenaza interna se felicitó y presentó como uno de los mayores logros de su mandato la paz social y la ausencia de violencia en las calles pese a la crisis.

Terminó haciendo un llamamiento expreso a tres colectivos: los votantes de Le Pen a quienes ha dicho que les ha escuchado y que les tiene en cuenta cuando piden una Francia mas francesa y más firme ( a la amenaza interior), a los votantes de centro porque ha insistido en el tema de la reducción del déficit diciendo que los socialistas lo van a disparar contratando funcionarios y arruinando Francia como otros gobiernos socialistas han hecho en Europa ( la amenaza exterior) y finalmente a los abstencionistas para que vayan a votar para que luego no puedan quejarse (ni de lo que pase dentro ni de lo que pase fuera).

·         El discurso de Hollande era un discurso donde puso en valor valores de la sociedad francesa: la laicidad, la escuela republicana, la redistribución de la renta, … su tono era por tanto más pausado, más racional y fundamentado en datos y cifras, y su actitud en el debate más educada.

El punto fuerte fue sin duda su discurso sobre la redistribución de la renta y la aceleración de las desigualdades sociales en Francia en los últimos años. Por eso insistió en denunciar no solo la política fiscal seguida por su contrincante sino sobre todo sus propuestas para abaratar el coste del trabajo donde salario y condiciones de trabajo queden en el ámbito de la relación empresario-trabajador en la empresa mas allá de lo que establezca la legislación básica. Dijo que no solo se destruía el sistema de negociación colectiva sino cuestiones esenciales como la duración de la jornada laboral o el cómputo semanal.

Criticó duramente la supresión de 80.000 puestos en la educación pública y el anuncio de otros 12.000 más en 2012. Insistió en la importancia de la educación, especialmente de la educación primaria y cómo la escuela republicana es la esencia misma de la redistribución, la igualdad de oportunidades y la integración social.

Terminó con la necesidad de un cambio de orientación, en Francia pero también en Europa y haciendo un llamamiento al “rassemblement”, es decir a dejar de lado las posiciones partidistas de la presidencia de la república para poder buscar posiciones comunes y defender los valores de la sociedad francesa frente a sectarismos y prejuicios.



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